sábado, 11 de enero de 2014

La escapada

Me desperté al notar que no podía respirar. ¡Algo me oprimía!
Al abrir los ojos vi que tenía a una mujer sobre mí, sus manos estaban sobre mi pecho.
Automáticamente me incorporé.
La mujer seguía sentada en la cama, al verme su rostro denotó sorpresa y salió rápidamente a través de la pared.
Iba a salir en pos de ella cuando me fijé en la cama. Mi cuerpo seguía allí, aquello me preocupó.
Nuevamente me había desdoblado.
Cerré los ojos e intenté volver a ser uno con mi cuerpo.
El vértigo que sentí me hizo saber que lo había conseguido.