sábado, 9 de febrero de 2013

El móvil.

-¡Vaya! Un móvil nuevo, y es un iphone. No decías que era caro y que tu marido no estaba conforme.
-Pues ahora ya lo tengo
-¿Cómo es que ha cambiado de parecer?
-Es lo que pasa cuando echas un buen polvo.
-¡Que bruta eres!
-Cuando terminamos le dije ‘Tengo que cambiar el móvil’, y me respondió ‘¡Cariño! Cógete el que más te guste’.
-Ja, ja, pues al parecer veo que lo hicisteis bien.
-¿Bien? Lo bordé, está que todavía ni se lo cree, de vez en cuando le enseño el móvil y le digo entre risas: Mira, lo que pasó no lo has soñado, esto es el resultado.
-Y él qué te dice.
-Pues qué va a decir, que cuando repetimos que se le está olvidando.
Las dos mujeres rieron al unísono.
-Por cierto, cambiando de tema, has llamado al transportista para saber cuándo entregará el pedido de Vilanova i la Geltrú.
-¡Tranquila!, aún faltan dieciséis minutos para que volvamos al despacho, déjame que saboree este café, luego me lo recuerdas.
Cerró los ojos y se deleitó escuchando una balada, cuyas notas deambulaban por la terraza de la cafetería y pensó, cómo es que cambia así de tema, con esa ligereza, debe ser porque es soltera, sino no se entiende.

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